lunes, 15 de abril de 2013

La medicina no es una religión (ni mucho menos)

Iago López Gálvez
Médico de Familia


- "Doctor, me va Vd. a reñir, me he pasado comiendo".
- "Doctor, me va Vd. a reñir, tengo el colesterol alto".
- "Doctor, le traigo a mi marido para que le riña".
- "Me va a reñir, he abierto el sobre de la analítica sin su permiso".


Son sólo cuatro ejemplos de cómo suele comenzar mi consulta de salud como médico de cabecera. Una muestra de hasta qué punto está asociado en el imaginario colectivo la correlación entre la salud y la religión, y el paralelismo que más o menos conscientemente hace una gran parte de la población entre el médico y el sacerdote, cuando, en realidad, poco tienen que ver. Sin embargo, es frecuente que, por iniciativa del paciente o del propio médico, tenga lugar esta especie de "role play"o "juego de roles" de feligrés-confesor.


No es infrecuente, tampoco, escuchar dentro y fuera de la consulta frases del tipo "no puede ser que tenga el colesterol alto, con toda la dieta que hago", o "no me extraña que haya infartado, con lo que comía/fumaba", de nuevo confundiendo los conceptos de salud y religión (al menos, de la religión católica). 

Sobre estas dos confusiones (la confusión médico-sacerdote y la confusión salud-religión), intentaré plasmar mi punto de vista, dado que, además del aspecto cómico, lo cierto es que esta confusión lleva a pérdidas de confianza que no hacen más que perjudicar la relación médico-paciente y con ello en ocasiones la propia salud de los pacientes. 

Sobre la confusión médico-sacerdote:

La realidad es que el médico, desde el punto de vista legal y ético(1)(2), no tiene ningún derecho ni motivo a increpar de ningún modo a un paciente por sus hábitos de vida, cumplimiento terapéutico, ¡y mucho menos por sus valores de una determinación analítica o su radiografía!

Deberíamos partir en primer lugar de la premisa de que el médico, y muy particularmente en una consulta de medicina preventiva convencional, está emitiendo consejos, ya sea farmacológicos o higiénico-dietéticos, sobre qué es lo que el médico considera más beneficioso para su salud, en base a los datos de la exploración y en base a los conocimientos que él tiene. Y el paciente, en base al principio de autonomía (uno de los pilares de la ética médica -inicialmente aplicado a la investigación según el informe Belmont(3), pero hoy extrapolado a los actos médicos en general-), tiene el derecho a decidir si sigue los consejos del médico o no, ya sea por cuestiones de principios o por una falta de confianza en el facultativo.

Otra cuestión no menos importante es que siempre deberíamos tener en cuenta todos (médicos y pacientes), que el médico no tiene ningún tipo de ascendiente moral sobre el paciente que tiene en su consulta, y por ello es difícilmente justificable el realizar ningún tipo de objección a la conducta de su paciente desde una tribuna de superioridad moral. Tampoco porque el paciente haya mirado una analítica que, desde un punto de vista legal, pertenece al paciente y no al médico.



Sobre la confusión medicina-religión:

La medicina en general, y la medicina familiar y comunitaria en particular, basan una buena parte de sus recomendaciones en el uso de la bioestadística, y gracias a ello hoy sabemos de un modo claro que ciertos factores tales como unos niveles elevados de LDL-colesterol, de presión arterial o el hecho de fumar se correlacionan de un modo inequívoco con un mayor riesgo de padecer eventos cardiovasculares(4), y por ello nuestras recomendaciones y actuaciones encaminadas a corregir estos factores tienen como objetivo disminuir el riesgo de enfermedad y fallecimiento por estos motivos. Sin embargo, son factores asociados a riesgo, no factores de causalidad directa. Por ello, no olvidemos lo siguiente:

- El colesterol es una molécula, un tipo de lípido, no un pecado, y las lipoproteínas LDL lo distribuyen por nuestro árbol vascular, y los niveles altos de LDL-colesterol no son el castigo de Dios por una vida licenciosa en lo alimentario. Los hábitos de vida son uno de los factores que deciden esos niveles, importante, pero no son el único: factores como la genética (el genotipo), el sexo o la edad también son decisivos.

- Ciertas dietas (como una dieta hipercalórica rica en grasas saturadas), o el hábito de fumar, no son inmoralidades, sencillamente son conductas perjudiciales para la salud; pero dar a entender que alguien es peor persona por ser fumador o ser obeso, es difícilmente justificable, y en todo caso no sería competencia del médico decidirlo.

- Los factores de riesgo no son causas directas e inmediatas. Por ello, corregir los mismos, no garantiza la ausencia de enfermedad; como tampoco nos convierte en inmortales al volante usar el cinturón de seguridad, pero es evidente que reduce enormemente el riesgo de mortalidad.

- Por ese mismo motivo, no debemos entender la enfermedad cardiovascular u otras enfermedades prevenibles como el justo castigo por no llevar una vida de "abnegación sanitaria". Son desafortunados eventos que, en su mayoría, podrían haber sido prevenidos con ciertas pautas. Toda explicación justiciera de los mismos está fuera de lugar.

- Piensen de la siguiente manera: No es justo que un fumador que nunca comparte su humo con terceros sufra un infarto, aunque sea probable que lo padezca, por los datos de que disponemos.


Tablas Score de Riesgo Cardiovascular según sexo,
edad, tabaco, presión arterial y nivel de colesterol


Por todo ello mi consejo es que eliminen, en la medida de lo posible, sus ideas preconcebidas sobre este tema (si las tienen) y busquen ayuda sincera de su médico. Su médico debería recordar que su objetivo es la preservación de su vida y de su calidad de vida, no fiscalizar moralmente sus hábitos de vida. Además, por lo general, un médico que amonesta a sus pacientes rara vez logra ser más persuasivo, únicamente consigue que, en lo sucesivo le mientan, o bien cambien de médico con toda la razón del mundo.

(1) http://www.actasanitaria.com/fileset/doc_65737_FICHERO_NOTICIA_59946.pdf   
(2) http://es.wikipedia.org/wiki/Bio%C3%A9tica#Principio_de_autonom.C3.ADa
(3) http://www.pcb.ub.edu/bioeticaidret/archivos/norm/InformeBelmont.pdf
(4) http://www.seh-lelha.org/modelries.htm